IV convocatoria cinturones negros
El pasado sábado se celebró en la Escuela de Las Arenas, la cuarta convocatoria de cinturón negro. Un día señalado como muy importante en nuestro calendario. Además, los protagonistas de la cita eran parte fundamental de la dirección y organización de nuestros clubs. Por un lado el instructor Iker Madrid, director de la Escuela de las arenas y Joel Cobo, responsable de los clubs externos.
Ambos llevaban tiempo esperando que llegara el momento de examinarse y lo demostraron ante toda la gente que vino a disfrutar de ese momento con ellos, con un despliegue de técnica, fuerza y pasión.
Los exámenes de cinturón negro tienen muchas características que los hacen especiales: el esfuerzo, la entrega, la demostración de técnica, el pundonor… Pero si hay algo que hace que sea un momento especial para los examinados, es la emoción que transmiten al publico que los está animando. Porque al final se trata de eso: de transmitir. De hacer que el resto de la gente entienda que esas dos horas no son sólo físico, son una mezcla de su vida marcial, de su vida diaria, de su carácter, de su manera de ver la vida, que no es otra que avanzar pase lo que pase. Por eso cuando el tiempo pasa y la gente recuerda aquel día, no recuerda este golpe o aquél derribo, sino lo que fue capaz de demostrar con su entrega cuando las cosas pintaban mal. Y es por eso también que la gente que lo ve, se emociona y se contagia de su empuje y tiene esa sensación de: ¡sí! ¡Yo también quiero eso! Y durante la semana siguiente entrena con el coraje de un cinturón negro. Y así, esa sensación se extiende como las olas de un estanque cuando le lanzan una piedra. Esos momentos son los que nos hacen mejorar a todos. Por eso debemos darles a los ahora senpais Iker y Joel, no sólo la enhorabuena, sino también las gracias. Porque gracias a su esfuerzo hoy todos somos un poco mejores.